Un bar como el de las películas

Que interesante me resultan las historias en las que los personajes viven sus vidas en otro orden alejado de lo habitual. Cuando se acercan los últimos días del año es un poco lo contrario, en determinados momentos hay que estar haciendo determinadas cosas, fuera de eso puedes resultar aburrido, infeliz, triste o raro. Querer ser diferente considerando que no participas de nada viene a ser lo mismo.

¿Qué demonios hace Jude Law con el bar abierto sin clientes a las tantas? ¿No tiene amigos? ¿Su vida es aburrida? ¿Le consume el trabajo? ¿o simplemente es una parte pequeña de su vida que es así?.

Que las cosas puedan ser así.

Por ejemplo, a una copa no me apetece llamarla cocktail

5cl de Cointreau
2cl de Zumo de limón
3cl de Zumo de arándanos
mezclado con hielo

Supongo que a nadie hay que tomarlo demasiado en serio cuando hace afirmaciones categóricas. "Supongo que solo busco una razón"..

Atardecer en Weston-super-Mare

En su último encuentro, después de cenar juntos dan un paseo por el muelle. Está anocheciendo y en un momento dado se encienden las luces.

"He oído decir, explica Miss Kenton, que para muchas personas la noche es el mejor momento del día, el que con más ansia esperan... ¿Qué es lo que usted espera con más ansia Sr. Stevens?”

Los cuidados de Julia

El domingo me levante a las 10 y me pasé el día en casa. Apenas me preparé el desayuno y no bajé ni a comprar el periódico ni a andar un poquito o que me diera el sol en la cara. Del portátil a la tele, de la tele a poner un disco, a mitad de disco me impaciento de disco, y me obligo a empezar After Dark que compré el día anterior, lo dejo a los 10 minutos, yo antes leía, espero que suene algo, o que algo pase, abro cajones buscando nada, como a mediodia con mi madre, estoy con mi perro por casa, oigo a mi hermana al otro lado del teléfono, uno de esos días, donde solo más tarde me daré cuenta, que saben a arena.

Y por la noche ya pasada las 22h, suena el móvil pero siento que llega tarde y ni le hago caso de lo cansado que me siento, voy por agua, con "los ojos envenenados" lo cojo y leo un mensaje de Nuria.

"Emilio, he encontrado EL libro de solos. Se llama Los cuidados de Julia, y es de una chica de Vitoria, de mi mismo año, Irantzu Landaluce. Está en Taifa Llibres, TIENES QUE LEERLO. Se lee en una hora y es tan bonito, tan triste, tan de amor.."

Cuando recibes un mensaje así la respuesta suele ser muy impaciente, casi extraña, te sientes sorprendido de que aún quede alguien que piense en ti, o mejor dicho, en esas cosas y en ti a la vez, cuando hubieras puesto la mano en el fuego de que ya se había acabado el día, que es tan difícil algo que no sea sentirse fuera.

"Ana ha recordado aquella otra noche de este verano, cuando se acercaron a la fuente y se quedaron escuchándola. Se sintió como detrás de un cristal, como si cayera una lluvia alegre y fina y ellas la escucharan, sin mojarse. Ese día salieron a cenar y durante la cena, entre la comida y las copas de vino, Ana dijo ´me siento muy sola a veces´, y Julia asintió lentamente con la cabeza, como si dijera ´yo también´"
Un libro que leeré más veces, cuando los días me sepan a arena o a Julia, sirve para los 2 casos.

Conocí la paz


"Cuando a Varadero llegué, conocí la felicidad
Cuando a Varadero llegué, todo fue verdad
Recuerdas mi bien que encontre tu gran amor sin maldad
Y cuando tus labios besé, conocí la paz
Te recuerdas que yo te pedía fueras mía no más
Te recuerdas que tu me decias: "no te quiero más..."
Cuando a Varadero llegué, conoci la felicidad
Y cuando tus labios besé, mi alma tuvo paz"

Barcelona ciudad

Hoy, en el Periódico... escrito por Loquillo, sobra decir que estoy completamente de acuerdo.

"Barcelona ciudad. Buscas tu oportunidad de poder escapar de Barcelona ciudad. ... En Barcelona ciudad nada se hará realidad, ardiendo en tu habitación, sentado en cualquier rincón esperarás con pasión tu dosis de rock and roll". Han pasado 26 años desde que escribí el texto mientras esperaba desembarcar del buque Castilla horas antes de desfilar por las calles de mi ciudad aquel Día de las Fuerzas Armadas de 1981.
Años más tarde, durante una sesión de fotos a primera hora de la mañana, con una luz casi crepuscular, sin apenas paseantes, tuve mal fario, supe que nunca volvería a ver la Rambla ni con los mismos ojos ni igual de bellas.
Somos muchos los barceloneses que, como la editora Ana Pareja, sentimos un hartazgo de la situación que vive la ciudad, del pensamiento secuestrado, del silencio de las mentes críticas, de la especulación urbanística, de la reconstrucción de Barcelona a favor de turistas, de que se borren nuestras señas de identidad, de la cultura diseñada en los despachos del ayuntamiento, de ser la botiga del món, de perroflautas tocando los bongos, de ciclistas que se creen superiores y ocupan nuestras aceras, de festivales subvencionados frente al cierre de locales de música en vivo, de parques de cemento sin un jodido árbol, de farolas imposibles, de diseñadores iluminados, de eslóganes colgantes... de por qué tenemos que ser todos progres.
Pero, mira por dónde, después de haberme decido por el camino del exilio voluntario, tras el advenimiento del tripartito, como dice mi amigo Sabino Méndez, autor de la música del texto que encabeza el artículo, aparece un manuscrito de resistencia ciudadana que nos devuelve la esperanza de que no todo esta perdido, de que todavía existe un maquis urbano. Odio Barcelona, editado por Melusina, es un grito de subversión. Doce ensayos escritos por lo más airado del panorama literario barcelonés: Javier Calvo, Carol París, Robert-Juan Cantavella, Llucia Ramis, Óscar Gual, Philip Ángel, Matías Néspolo, Lucía Lijtmaer, Javier Blánquez, Agustín Fernández Mallo, Hernán Migoya y Eloy Fernández Porta.
Porque, parafraseando a Ortega, no es eso, señor Hereu, no es eso.


Ya sólo habla de amor

Me leí el libro "Héroes" hará 11 años, cuando trabajaba en los cines Icaria. Me gustaba una taquillera que tenía un novio algo pasado de vueltas que leía a un tal Ray Loriga y que la esperaba cada día al salir del cine. Un día ella me invitó a ir con ellos dos al teatro a ver Fausto, en la sala Tallers del Teatre Nacional. Yo creo que él me odiaba, y yo odiaba todas sus gustos, "¿La fura dels baus?" bueno, si interesantilla aunque la sala Tallers es un poco pequeña, no?.... "¿Ray Loriga? puagh, un torturado de pacotilla que imita a los escritores americanos", pensaba yo convencidísimo de mis creencias. Más tarde cuando se me quitó la tontería leí "Lo peor de todo", "Caídos del cielo", o "Tokio ya no nos quiere" y ahora mi favorito, con un título difícil de esquivar...
"Se ha vuelto loco", dijo su portera al verle salir, cabizbajo y ensimismado, con la apariencia esquiva y el caminar acelerado de un hombre que ha contraído deudas imposibles de pagar. "Está siempre solo", añadió con enorme disgusto la dichosa portera, para después forzar una pausa que presagiaba un juicio definitivo, "... y sin embargo, a veces se le ve estúpidamente contento, y además, ya sólo habla de amor"
Ray Loriga,
Ya sólo habla de amor

Pushing daisies


El otro día el suplemento del domingo de El País publicaba un artículo muy interesante sobre las series de TV que se emiten actualmente, considerándolas la mejor narrativa que se hace ahora mismo en el mundo. El artículo explicaba que si hoy en día Shakespeare resucitara se dedicaria a escribir guiones para series de TV, incluso Juan Jose Millás las define de la manera con la que más las reconozco "Nos entregamos a ellas no porque sean entretenidas (eso es un valor añadido o una coartada), sino por la información que nos dan acerca del mundo en que vivimos".

Yo llevo varios años en que me cuesta elegir las mejores películas de, por ejemplo, los últimos 12 meses, de manera que puedo llegar a seleccionar 5 de las que 3 ni siquiera estoy muy convencido.

En cambio con las series es un descubrimiento constante. Desde hace 14 años veo todas las temporadas de ER, una serie maravillosa que a simple vista explica el día a día en una sala de urgencias de un hospital, pero que va muchísimo más allá. Sus protagonistas trabajan en el County General, en él pasan gran parte del día y la serie va explicando su convivencia en el trabajo o al acabar la jornada, las dificultades que ofrecen las relaciones, la vulnerabilidad que un día te llega y te hace agarrarte a una compañera de trabajo o a alguien en quien confiar, o la soledad de la que no es tan fácil huir, ni soportar. Me encanta sobre todo las filmaciones que realizan fuera del hospital, cuando salen a tomar café en los típicos carritos de venta que hay en la calle en América, bordeando el rio o en el típico parque inmenso, o cuando llegan a casa después del trabajo, a esos pisos pequeñitos, siempre a media luz, donde se ven los letreros luminosos parpadear fuera de forma constante, mientras las gotas de lluvia chocan sobre los cristales.

Mad Men es una serie ambientada en una agencia de publicidad en el New York de los años 60 absolutamente fascinante, repleta de detalles que merecen atención, la música, los anuncios, el corte de los trajes, la manera de fumar... Es de esas series que parecen lentas pero que si le dedicas un poco de paciéncia te vas impregnando de ella, que cuenta mucho más allá de lo que va diciendo, donde los silencios son muy importantes y un descanso para digerir todo lo que te está mostrando...

Mi favorita es Dexter y es la más difícil de explicar. Yo jamás hubiera reparado en una historia sobre un asesion en serie, y además ambientada en Miami, buaghhhh... pero todo en ella es genial y cuantas veces al acabar un episodio me he quedado con la boca abierta y con un suspiro de admiración... Dexter es incapaz de sentir y debido a esto le resulta bastante incomprensible la vida, sin embargo es realmente encantador y hace un gran esfuerzo por parecer normal en el trabajo, con su novia a la que al principio teme hacerla el amor porque el sexo no le interesa (luego ya si), o con sus amigos a quien respeta y trata bien pero no entiende que circunstancias le han llevado a que lo consideren como su amigo... Dexter busca su lugar en el mundo de la mejor manera posible, y disfruta con unas cervezas de marca y unos bistecs, o navegando con su barco por los alrededores de la ciudad, luego compatibiliza todo eso con un secreto del que no se puede librar... La serie está ambientada en un Miami cálido y maravilloso, en el cual a media tarde a veces amenaza tormenta y con las calles repletas de gente viviendo y deseando. Y la banda sonora es un logro porque no pega nada el argumento terrorífico con sonidos alegres y añejos como los de Eliades Ochoa, Buenavista Social Club o Beny Moré...

The office, la versión de la BBC, absolutamente reconocible para cualquiera que haya trabajado en un edificio de oficinas, donde ves reflejados a todos los compañeros que has podido llegar a tener y además con ese humor inglés sarcástico y lleno de intención. Y además tiene 2 capítulos especiales de Navidad emocionantísimos.

Otra serie británica muy interesante, Skins, es un grupo de adolescentes que responden a varios estereotipos característicos pero con personajes inteligentes y mucho más elaborados que normalmente. Cada capítulo tiene el título de cada uno de los personajes, y mi favorita es el personaje de Cassie, la chica anoréxica y que acude a una clínica pijísima de rehabilitación, está enamoradísima de Sid (el típico chico tímido, buena persona, educado) y es absolutamente encantadora e inteligente.

Y la última, Pushing Daisies, una mezcla de romance, fantasía y misterio. He leido por ahí que es una mezcla de Tim Burton con toques de Amélie. Y el argumento es irresistible: el protagonista de la historia tiene el don de resucitar aquello que ha muerto con sólo tocarlo. Pero un día revive a su gran amor. La vida podría ser perfecta para ambos, excepto por un cruel detalle: si él vuelve a tocarla alguna vez, ella volverá a morir, y esta vez para siempre. En resúmen un cuento alucinante sobre la vida y el amor.

Bueno, estas son mis favoritas, la mayoria las emiten por satélite, yo no tengo, pero internet a veces es útil, y una vez tienes todos los episodios (como me recomendó mi amigo jb, gracias mil) luego no es tan difícil dedicarles alguna noche, o algún día de esos en que no quieres saber nada del mundo, que ahora que lo pienso en mi caso me parece que son más de los habituales... o sino los domingos por la tarde que es preferible no tener nada que hacer a ser ese tipo de personas odiosas que se lo pasan bien hasta los domingos por la tarde.

Häagen Dazs

Parecido a eso de que cuando bordeas el ridículo más cerca estás de conseguir algo valioso.

El anuncio está a punto de resultar ridículo pero... no te hace sentir mejor?.


Dexter

Veo Dexter por su voz en off, las canciones de Eliades Ochoa o el suspiro al salir de casa. Me hace compañia luego, al pensar en él durante la semana.