Dentro y fuera del agua

"En el primer curso de la universidad había estudiado ciertos números primos más especiales que el resto, y a los que los matemáticos llaman primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi sucesivos, ya que entre ellos siempre hay un número par que les impide ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43. Si se tiene paciencia y se sigue contando, se descubre que dichas parejas aparecen cada vez con menos frecuencia. Lo que encontramos son números primos aislados, como perdidos en ese espacio silencioso y rítmico hecho de cifras, y uno tiene la angustiosa sensación de que las parejas halladas anteriormente no son sino hechos fortuitos, y que el verdadero destino de los números primos es quedarse solos. Pero cuando, ya cansados de contar, nos disponemos a dejarlo, topamos de pronto con dos gemelos estrechamente unidos."

Paolo Giordano , "La soledad de los números primos".

… Acercó el cristal a la piel. Con mano firme Mattia hizo un pequeño corte, como de un dedo de largo. Alice se estremeció y lanzó un grito. (…) Alice limpió una gota de sangre que le resbalaba por el vientre y se abotonó los vaqueros. Mattia pensó qué decirle para confortarla.

- Te acostumbrarás. Al final, ni repararás en él
- ¿Y cómo, si lo tendré siempre a la vista?
- Por eso, por eso mismo dejarás de verlo.

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